jueves, 30 de noviembre de 2017

«Saw VIII», o como prolongar un producto que nunca pasa de moda


Este fin de semana llega a los cines españoles la octava entrega de «Saw», la aclamada saga de terror creada hace ya trece años —cómo pasa el tiempo— por James Wan. Pese a que entonces solo contaba con 26 primaveras, el cineasta consiguió crear un producto con una identidad propia que conquistó no solo a los apasionados del cine de terror, sino también a la crítica de muchos otros sectores, que, más allá de su contenido gore, quedaron fascinados y sorprendidos ante los sádicos juegos de esa suerte de criminal justiciero llamado John Kramer, Jigsaw (o Puzle) para los amigos, que ahora está de vuelta siete años después.

Desde el estreno del primer filme en octubre de 2004, la saga fue estrenando una nueva película cada año hasta 2010. Irrumpiendo en las salas siempre en vísperas de Halloween, el día del terror por excelencia (más aún en Estados Unidos, donde esta fecha es poco menos que un rito), las películas de Saw supusieron una auténtica revolución para el cine de miedo. Un género al que las historias de Puzle aportaban otros carices de thriller e intriga, con giros de guión inesperados y abogando, de manera sorprendente, por una sensatez desconocida dentro del cine de terror.

Los argumentos de los filmes de la saga no suelen variar en demasía, sino todo lo contrario. Sus guiones siempre versan sobre un grupo de personas que se despierta en una sala sin saber cómo, porqué ni cuándo han llegado hasta allí. Entonces, una grabadora les va desvelando pistas con los motivos de su estancia en el lugar y con lo que deben hacer para salir de él, para lo que deben superar varias pruebas de lo más controvertidas (y a menudo, tétricas y nauseabundas). Con el tiempo, los secuestrados irán descubriendo que las cuentas pendientes, errores y malas acciones que obraron en el pasado tienen mucho que ver con las razones por las que Jigsaw, una especie de vengador con aires de divinidad, les tiene encerrados.

De vuelta tras siete años

La octava película, de nombre «Jigsaw», está dirigida por los Hermanos Spierig (autores de «Predestination»). Sigue la misma línea que sus siete hermanas, aunque han tenido que pasar siete años para volver a ver a Puzle de vuelta. Las dos últimas películas habían sido las menos taquilleras de siempre, aunque pese a ello lograron una recaudación considerable. La sexta, de hecho, fue censurada en España, donde el Ministerio de Cultura le dio calificación de «película X» y solo logró estrenarse en nueve cines en total.

Sin embargo, es admirable el poder que tiene la saga para seguir en el candelero. De hecho, la primera de toda la serie fue superada en taquilla por las cuatro posteriores, siendo «Saw II», estrenada en 2005, la que mayor éxito tuvo de todas en salas de cine. De hecho, es la 16ª película de terror más taquillera de todos los tiempos, con más de 87 millones de euros de recaudación, superando en casi 32 millones los ingresos en los cines del primer filme de la saga. «Saw III», la segunda con mayor recaudación, superó los 80 millones en 2006.

El retorno de Jigsaw, así las cosas, está siendo un éxito en taquilla en Estados Unidos. La semana de su estreno (vio la luz el 27 de octubre) lideró la taquilla y recaudó más que lo que lograron la segunda y la tercera («Boo 2! A Madea Halloween» y «Geostorm») juntas. Con menos de un mes en cartel, y pendiente de estreno todavía en medio mundo, ya ha superado los 37 millones de recaudación, cifra superior en casi diez millones a los guarismos de «Saw VI», la peor de la saga en ese sentido.

Eterno «boom» de taquilla

Números que demuestran que la tan manida como exitosa saga de terror nunca pasa de moda. Otras series similares, como «Destino Final» o «Hostel», aunque con tintes más slasher, también tuvieron mucho recorrido, aunque no prosperaron en el tiempo como sí que lo ha hecho la ficción original de James Wan. Tampoco la de «Cube», quizá el filme más similar a «Saw», pero cuya estética tampoco terminó de perdurar.

Así las cosas, todo parece indicar que la última entrega de la popular serie estará al nivel de sus predecesoras. Así lo demuestran sus datos de sus primeras semanas en la taquilla de Estados Unidos, donde ha vuelto a calar entre la audiencia como ya lo hicieron sus hermanas. Sumando las ocho, superan los 900 millones de dólares de recaudación con un presupuesto, en total, poco superior a 75. Es decir, que cada película supera en taquilla en diez veces a su coste. Guste o no guste, «Saw» nunca pasa de moda.