miércoles, 5 de julio de 2017

La vida sin zombis


El sangriento asesinato de Glenn Rhee fue un golpe del que miles de fanáticos de la serie The Walking Dead aún no han podido recuperarse. Pero, paradójicamente, para Steven Yeun la muerte de su personaje significó un soplo de vida.

Y es que dejar el show, en el que participó desde la primera hasta el inicio de la séptima temporada, le ha permitido hacer otras cosas que le apasionan, como la fotografía y la escritura.

“¡Ahora tengo una familia! Desde que salí hay mucha vida para mí. Por supuesto que fue una transición dura, extraño a mis amigos, pero estoy muy emocionado de poder explorar muchas cosas sobre mí”, compartió.

Steven nació en Seúl, Corea del Sur, y después se mudó a Estados Unidos. Tras crecer en Michigan y vivir una temporada en Chicago, decidió buscar una oportunidad en Los Ángeles, en 2009.

Allí tuvo su primer acercamiento a la televisión rodeado de nerds al participar en The Big Bang Theory, en 2010. Pero el parteaguas de su carrera llegó unos meses después con The Walking Dead, y rápidamente el personaje se volvió uno de los más queridos por el público.

Aunque la mejor recompensa que le dejó el proyecto fue representar a un personaje de ascendencia asiática que rompía con lo que se acostumbraba a ver en la pantalla chica.

“No estoy diciendo que no hubiera una comprensión de los asiáticos-estadounidenses, sino que no había existido una representación adecuada.

“En el pasado sólo se trataba de personajes sumisos, muy apegados a los estereotipos, y para mí fue muy divertido darle vida a alguien común, sin importar el color de la piel”, sostuvo el actor.

Es sincero y acepta que echa de menos ser perseguido por zombis, destrozarles el cráneo, correr por su vida y todo lo que involucraba el mundo apocalíptico en el que vivió durante casi siete años.

“Hay algo bello en la rutina. No quiero decir que siempre fuera lo mismo al estar en la serie, pues cada día era distinto. Pero era agradable llegar cada mañana, ver a tus amigos y trabajar con un montón de gente a la que amas.

“Hay otros aspectos, como entender de manera profunda a tu personaje; es algo que te llena mucho como actor y que también se extraña”, admitió.

Steven trató de estudiar medicina para complacer a sus padres; finalmente, optó por la psicología, aunque no se considera un psicólogo porque no cuenta con una maestría o doctorado que lo avalen. Sin embargo, entender el comportamiento humano le ayuda en su carrera como actor.

“No se trata de que por entender la mente puedas interpretar mejor a un personaje, sino que la psicología estableció un sistema en mi vida en el que podía examinarme mejor, darme cuenta realmente de quién soy y entender completamente lo que le ofrezco al universo”.

Luego de concluir su participación en The Walking Dead, en 2016, el actor se casó con Joana Pak, se convirtió en padre del pequeño Jude Malcolm Yeun y regresó a Corea para filmar la película Okja, bajo la dirección de Bong Joon-Ho.

“Tener al bebé me hizo renunciar a mi ego porque ya no sólo te preocupas por ti. Y eso hace que no veas la vida como algo que tienes que controlar, sino fluir con ella porque no eres la persona que siempre tiene que estar a cargo de todo”.