jueves, 5 de octubre de 2017
Las tramas de terror que han marcado la evolución de «American Horror Story»
La primera temporada de «American Horror Story» se centró en una casa encantada, aunque no fue rebautizada con honor a su temática hasta la llegada de las nuevas entregas. Puede que esta premisa parezca excesivamente sencilla, pero no por ello es menos efectiva: Una casa en la que suceden fenómenos paranormales que aterrorizan a sus habitantes.
«Murder House» tiene como centro a la familia Hermon, quieres se mudan de Boston a Los Ángeles en una especie de plan «borrón y cuenta nueva». El plan ya parecía condenado desde el principio, pero más aún lo estuvo cuando compraron una hermosa casa residencial por mitad de precio, debido a que los dueños anteriores tuvieron un trágico final en ella.
Es más, la casa parece tener vida propia: se sucederán desde asesinatos brutales a manifestaciones demoníacas, quienes parecen tener sus propios planes con los nuevos dueños.
El manicomio
La segunda temporada de «American Horror Story», «Asylum» es considerada por crítica y público como la mejor de su historia. Un psiquiátrico gobernado por mano dura por unas hermanas de la caridad que poco -o nada- se parecen a las monjas que todos conocemos centraba las tramas más claustrofóbicas que se recuerdan.
En 1964, en la institución mental Briarcliff Manor en Massachusetts, la Hermana Jude Martin y Mary Eunice McKee tratan mantener la institución creada para el tratamiento de pacientes con problemas mentales y criminales dementes. El psiquiatra Oliver Thredson y el científico Arthur Arden tratan a pacientes dentro de la institución. Unos pacientes que tienen y sufren sus propias historias.
Kit sufre una abducción alienígena, por lo que lo toman como un loco y lo presentan como un asesino en serie. Una de las hermanas alimenta a unas criaturas extrañas que capturan a Lana, que desaparece en la oscuridad. El joven Jimmy es sometido a un contundente proceso para intentar cambiarle la conducta, con la cabeza y los ojos sujetos en un claro homenaje a otro título mítico de Kubrick, «La naranja mecánica» (1971).
Y, finalmente, en esta entrega no podía faltar un guiño a otro de los grandes clásicos del cine de terror. ¿Ese escalofriante bajar por las escaleras, a cuatro patas hacia atrás y como una araña? Fácil: «El exorcista» (1973).
Las brujas de Salem
La tercera entrega de «American Horror Story» dejó atrás la claustrofobia de «Asylum» para regodearse en los espacios abiertos de Nueva Orleans. La lucha por el control de un aquelarre centró las tramas que, indudablemente, recordaban a una de las leyendas más famosas de Estados Unidos: Las brujas de Salem.
La trama de «Coven» cuenta la historia secreta de las brujas y la brujería en América. Más de 300 años han pasado desde los días turbulentos de los juicios de Salem y las que lograron escapar ahora se encuentran en peligro de extinción. Misteriosos ataques han ido en aumento en contra los de su clase y las jóvenes están siendo enviadas a una especie de escuela especial en Nueva Orleans para aprender a protegerse a sí mismas.
Envuelta en un torbellino ocurre la llegada de Zoe, quien alberga un aterrador secreto. Alarmada por la reciente agresión a las de su clase, Fiona, la actual Suprema llega de nuevo a la ciudad a proteger el aquelarre y decidida a diezmar a cualquiera que se interponga en su camino.
Freak Show
«La parada de los monstruos», película de 1932, parece ser la gran inspiración de la cuarta entrega de «American Horror Story». Un circo de los horrores en el que sus protagonistas sufrían severas deformaciones se convirtió en el centro de las tramas.
La historia transcurre en Jupiter, Florida en el año 1952. Elsa fue una actriz porno alemana a la que le quitaron las piernas en una de las películas. Massimo, un carpintero, le fabricó unas piernas nuevas tan convincentes, que Elsa pudo guardar su secreto. Mientras Massimo mataba los responsables, Elsa montó un circo lleno de engendros, pero tenía que seguir siendo ella la estrella principal, aparentando no tener ninguna minusvalía.
Asimismo, la ciudad de Júpiter es acosada por Twisty, un antiguo payaso que secuestra a niños (matando a los padres) para que sean su público. Un payaso que podría recordar al clásico de 1990 o al reciente estreno en cines: «It (Eso)». Incluso a su terrorífica trama.
Hotel
¿Cuántas películas de miedo centran sus tramas en un hotel? La quinta temporada de «American Horror Story» (primera en la que Jessica Lange le cede el testigo a Lady Gaga como maestra de ceremonias) homenajeó a todas ellas.
Después de haber tenido casas encantadas, posesiones, alienígenas, brujas y fenómenos de circo, le tocaba el turno al vampirismo. El Hotel Cortez, con poco que envidiarle al Overlook de «El resplandor», se convertía en el emplazamiento en el que se producen extraños asesinatos y viven una nueva versión de vampiros, ya que no los afecta la luz del sol, no muerden sino que rasgueñan y hay, incluso, hasta catadores de sangre.
Terror televisado
Roanoke es el nombre de una colonia de Carolina del Norte cuya leyenda cuenta que 117 de sus habitantes desaparecieron sin ningún tipo de explicación en 1590, siendo la única pista encontrada una palabra tallada en un árbol: «Croatoan».
La trama de esta entrega, sin embargo, está situada en el presente, donde una pareja de enamorados pierden al bebé que esperaban, por lo que deciden mudarse a Carolina del Norte en busca de tranquilidad. Pero como hablamos de «American Horror Story», esa tranquilidad no existe, pues ambos sufrirán todo tipo de situaciones terroríficas.
La sexta temporada de la ficción se divide en dos partes. La primera parte nos introduce en el documental «My Roanoke Nightmare», centrada en la experiencia vivida por la pareja que llega a una casa colonial en Carolian del Norte. Desde el momento en que la pareja se instala en su nuevo hogar, una serie de eventos paranormales comienzan a suceder a su alrededor.
En la segunda parte, ambientada un año después, el ejecutivo que produjo el show, Sidney Aaron James, planea una segunda temporada llamada «Return to Roanoke: Three Days in Hell», donde los actores de las recreaciones y sus contra-partes del mundo real se reúnen bajo el techo de la casa en Roanoke durante los tres días de la luna de sangre; sin pensar en los peligros que allí los esperan.