Lo han dicho en todos los tonos. Fear the walking dead no es una secuela ni una precuela de The walking dead, una de las series más populares del mundo, con cerca de 20 millones de espectadores por episodio. Fear… es diferente, complementaria, e incluso puede que termine atrayendo a otro público.
La nueva entrega está ambientada en Los Angeles, sus personajes no son los mismos de los de la serie madre y arranca antes de que el Apocalipsis zombie comience, abarcando el período en que el comisario Rick Grimes -protagonista de la original- estaba en coma y siguiendo hacia adelante en forma paralela a The walking dead. Sus creadores dicen que no está en sus planes entrecruzarlas, aunque tampoco lo descartan.
“Es la misma mitología, pero en una locación muy diferente, y el derrumbe de la sociedad, que en un comienzo es lento, pero que prende fuego rápidamente, es visto desde el punto de vista de una familia ensamblada muy común y corriente”, explica a La Tercera Kim Dickens (Deadwood, Treme), protagonista de Fear… en un hotel en Beverly Hills.
Empieza la batalla
Dickens interpreta a Madison, madre viuda de Nick (Frank Dillane), de 19 años y adicto a la heroína, y Alicia (Alycia Debnam-Carey), una estudiante ejemplar. Su novio, Travis Manawa (Cliff Curtis), profesor de inglés de la misma secundaria en que ella trabaja como consejera, se acaba de mudar con ella y tiene sus propios problemas con el hijo de su primer matrimonio con Liza Ortiz (Elizabeth Rodríguez), Christopher (Lorenzo James Henrie), que resiente que su padre intente formar una nueva familia.
La precaria estabilidad que han logrado comienza a derrumbarse con extraños acontecimientos que parten con Nick viendo a una amiga comiéndose a otro ser humano y continúan con muertes en la carretera que dan a entender que todo va a ponerse muy negro rápidamente. De pronto los personajes ya no sólo tienen que luchar con sus propios dramas, sino que con una amenaza totalmente desconocida.
“Estamos empezando de cero”, dice Curtis, actor de origen maorí que hace más de diez años estuvo en Isla de Pascua actuando en la película Rapa Nui. “Y vamos a tener que pedirle a la audiencia que se tome un momento para conocernos en los primeros episodios, pero la intensidad a la cual están acostumbrados crece rápidamente, y si se quedan toda la temporada, van a tener un muy buen viaje”.
Menos sangre
Parte del riesgo con la nueva serie es que en los primeros episodios hay pocas escenas aterradoras, sangre y vísceras. Los caminantes recién están apareciendo, no están tan desfigurados y nadie sabe lo que es un zombie, mucho menos cómo matarlos. La producción juega con el hecho de que la audiencia sabe más que los protagonistas y hay varios momentos donde seguro le van a gritar a la pantalla “¡no!, ¡no hagas eso!”.
Robert Kirkman, creador del comic, la serie original y Fear… -que no está basada en ningún comic- explica que, al igual que con el resto de la saga, la trama es la historia de los personajes. Y en Fear… se invierte bastante en acercar a la audiencia a dos familias, la principal y otra hispana donde los padres son interpretados por la estrella mexicana Patricia Reyes Spíndola y Rubén Blades. El motor de la trama está en la tensión que se crea en un clan al enfrentarse al fin del mundo
“El tema de la supervivencia es realmente fascinante de explorar”, dice Dickens. “Y en la serie trabajamos sobre uno de los grandes miedos de la humanidad: qué pasa si no sé cómo cuidarme a mi misma ni proteger a los que amo, a mi familia, porque no sé qué está pasando”.
“El Apocalipsis”, continua Curtis, “junta a la comunidad y a las familias y los obliga a enfrentarse a sí mismos y entre sí, y dibuja una línea en la arena y nos pregunta: ¿de qué lado de este asunto te paras? Cuando eres una familia y no estás del mismo lado, la cosa se pone difícil. Y al miedo de no saber que está pasando en el mundo con este virus, esta enfermedad que no sabemos lo que es, se le suman los medios internos. Pero creo que lo atractivo en nuestra historia es el relato de amor entre Madison y Travis. No somos del tipo de parejas en que uno va a salir por la puerta y desaparecer”.
