miércoles, 23 de marzo de 2016
The Walking Dead : La ballesta de Daryl se cobra una víctima inesperada
El camino de The Walking Dead hacia Negan es largo y está cargado de adversidades. El episodio décimocuarto de la sexta temporada sigue dándoles a los fans de la serie su dosis de emoción y de imprevisibilidad semanal.
Después de un tibio inicio de la actual temporada, la última tanda de capítulos se ha definido por la intensidad, que sigue presente en este último episodio, el 6x14, titulado El doble de lejos (Twice as far, en inglés).
(A partir de aquí se hacen spoilers con las últimas novedades. Si no lo has visto, no sigas leyendo)
Si hay algo que los supervivientes de The Walking Dead saben es una cosa: los actos (o la ausencia de ellos) tienen sus consecuencias. Y, en un ambiente extremo y apocalíptico como el que les ha tocado vivir, perdonarles la vida o confiar en exceso en el resto de personas con vida puede acabar de la forma más catastrófica.
Si no, que se lo digan a Daryl y a Denise. La única médico con la que contaban los habitantes de Alexandria se lo había buscado, en el fondo. En un intento por demostrar que ella también lo vale, Denise decide enfrentarse a un zombi que casi acaba con ella solo para recuperar una nevera con refrescos con gran valor sentimental. Lo hace a pesar de las advertencias de exploradores con mucho más bagaje que ella, Daryl y Rosita, nada menos. Pero la doctora en prácticas dice que si ellos pueden hacer esas cosas, ¿por qué no ella? Y es que Denise solo es capaz de ver la flecha de ballesta en el ojo ajeno, pero no en el propio. Y así, mientras expone sus quejas, Denise pierde parte del cerebro, el globo ocular y la vida. Un sendero de la historia diferente al del cómic, en el que el fallecido de esta forma era otro personaje.
Pero la culpa de esta muerte en la serie no es solo de Denise. En parte, y en última instancia, Daryl es el responsable de que todo acabase de esta forma. Todo, por perdonarles la vida y ayudar a un grupo de personas que acabaron por traicionarle.
El ladrón de la ballesta y la moto de Daryl
Efectivamente, Denise fallece como consecuencia de una de las flechas de la ballesta de Daryl, pero accionada por otra persona, que responde al nombre, como muchos de los fans de los cómics de The Walking Dead suponían, de Dwight.
Al inicio del capítulo, Carol acompaña a su buen amigo motero y le pregunta acerca de la gente que le robó la moto, a los que Daryl ayudó y no mató. «Así es cómo eres», le dice la exsangrienta ama de casa reafirmando su nueva conducta de no violencia. «No, no es así como soy. Debería haberlos matado», le contesta tajante a Carol, confundida por la clemencia a la que aspira en su reformada vida.
Y, a juzgar por lo sucedido en este episodio, el motero de la ballesta lleva toda la razón, porque nada de esto habría pasado.
Pero, ¿quién le había robado la moto a Daryl? Una pista: el mismo que le había hurtado la ballesta.
Sucedía en el capítulo sexto de esta misma temporada de The Walking Dead. Daryl ayudaba a un grupo de tres personas que escapaban de una organización más grande (ahora sabemos que eran los Salvadores de Negan) a la que habían pertenecido hasta ese momento, pero de la que querían desentenderse.
Del trío sobreviven dos, tras la muerte absurda de una chica que parecía no saber que estaba en un mundo de zombis. Los otros supervivientes eran otra mujer y el mismísimo Dwight, que vuelve a aparecer en este capítulo.
En el último momento, los dos escapados traicionaban la generosidad humana de Daryl y le robaban las armas y su motocicleta, antes de perderse en el bosque.
El vehículo no volvería a aparecer hasta hace un par de capítulos, cuando descubrieron que uno de los Salvadores de Negan intentaba huir montado en ella. ¿De dónde la habían sacado?
Pues, aparentemente, Dwight había vuelto al redil, tras una escapada por la que ha tenido que pagar un precio: la integridad de su rostro. En efecto, en este nuevo capítulo de The Walking Dead, la cara de este Salvador es muy diferente a antes, quemada en su parte izquierda sin duda como castigo por su huida infructuosa.
El golpe bajo de Eugene
El grupo protagonista parece tener todo en contra cuando Los Salvadores, comandados por Dwight y la ballesta de Daryl, aparecen armados hasta los dientes y con un rehén: Eugene, que va demostrando su capacidad de supervivencia y que si fructifica su idea de fabricar munición se convertiría en un elemento indispensable del grupo.
Pero si el falso científico demuestra algo en este episodio es que su audacia va en aumento. Tras despistar la atención de los Salvadores con una aparente traición a su examigo Abraham, aprovecha para hacer el golpe más bajo que se recuerda en The Walking Dead. Y muerde con fuerza en las partes nobles a un Dwight que no puede quitárselo de encima.
El momento lo aprovechan nuestros protagonistas, que finalmente consiguen salir de la situación aunque sin acabar con Dwight, que se bate en retirada ante la poco esperanzadora situación de su grupo.
«Debería haberlos matado»
El ladrón de motos y ballestas sigue con vida y, como había dicho Daryl, habría sido mejor matarlo. Carol, mientras entierra el cadáver de Denise, es más consciente que nunca que es necesario seguir acabando con los enemigos a sangre fría para que, en el futuro, no acaben sufriendo aquellos que más quieren.
Pero ella no puede soportarlo más. El personaje de The Walking Dead con la evolución más interesante ya ha reflexionado, se ha dejado llevar por las ideas pacifistas y clementes de Morgan y ha acudido a la mediación divina con el fin de expiar sus pecados. No puede seguir matando y se autoconsidera un lastre para el equipo. La sencilla imagen del columpio de su porche balanceándose pertenece a esas escenas en las que la serie de zombis se convierte en poesía. Una metáfora de la partida de Carol.
El largo camino hacia Negan
Si algo parecía en el último capítulo antes del parón navideño es que, a la vuelta, pronto conoceríamos al villano Negan. Sin embargo, y a dos capítulos para el final de esta temporada, parece que el archienemigo de los protagonistas no tendrá una presencia destacada hasta el último episodio.
Los últimos acontecimientos han ido demostrándole al grupo de Alexandria que Los Salvadores, a diferencia de lo que Rick pensaba, no son un enemigo cualquiera. Consideraban que, igual que muchos grupos a los que se enfrentaron antes, con acabar con su asentamiento conseguirían derrotarlos por completo.
Pero se ha demostrado que esto no es en absoluto así. Que la organización de Negan, a diferencia de la del Gobernador, por ejemplo, es una empresa compleja, bien montada y que ha logrado reunir a un nutrido plantel variado que ha conseguido ver en esta nueva vida tras el apocalipsis una oportunidad para ganar un poder del que antiguamente no disponían.
Según el avance del siguiente episodio, el enemigo y la confrontación están muy cerca. Y más les vale estar preparados para un personaje que no se parece a nada de lo que hayan visto antes.