Noticia aparecida en "La Vanguardia"
El cierre de la quinta entrega no ha sido el mejor. Y, a partir de aquí, cuidado con los spoilers. The walking dead suele finalizar temporada (y parones prenavideños) con las espadas en alto y con golpes de efecto (léase muerte de personajes importantes) pero esta entrega concluyó con el reencuentro (anunciado) entre Rick y Morgan, que tampoco tuvo una emotividad como para tirar cohetes. A lo largo de esta temporada la serie ha perdido a Beth, Tyresse y a un debutante Noah que fue visto y no visto, pero cuya muerte en una puerta giratoria son de las que no se olvidan. Demasiados puntos de impacto durante la travesía para intentar sorprender luego en el capítulo final. La muerte del marido de Deanna no consiguió el clímax de otros personajes y el asesinato de Pete, el marido de Jessie, a manos de Rick tampoco nos cogió desprevenidos.
Un final pues con menos bajas de las previstas (y con apenas peso emocional para el espectador) y también con menos minutos de los prometidos pues sólo fueron unos escasos 65 en lugar de los 90 anunciados, seguramente porque en Estados Unidos también cuentan el tiempo dedicado a la publicidad. Con este episodio, Rick ha vuelto a tomar el mando del grupo y lo ha ampliado a toda la comunidad de Alexandria que a través de Deanna se ha rendido a sus pies. Si en el capítulo anterior parecía que Rick estaba flirteando con la locura, en este capítulo final de temporada, los hechos que se desencadenan después de que el padre Gabriel deje abierta la puerta principal dan la razón a Rick cuando avisaba que la amenaza de los caminantes era real y que Alexandria no estaba bien protegida. "La suerte se acaba", sentencia Rick.
El desgraciado incidente en el cual Pete mata con la catana de Michonne al marido de Deanna, convierte a Rick de próximo exiliado a líder reforzado. Sin embargo, las circunstancias en que se produce el reencuentro entre Rick y Morgan (tras disparar Rick a bocajarro sobre Pete) marca un compás de espera para conocer cual será la reacción de Morgan ante esa acción homicida de su amigo Rick, a quien le debe la vida.
El capítulo también da pistas de lo que va a ser la sexta temporada tras desvelarse el significado de la 'W' que aparecía en el rostro de muchos caminantes: detrás de la letra se encuentran los 'Wolves' (Lobos) que seguramente tendrán más protagonismo en la próxima temporada. El personaje que ha tenido más contacto con ellos ha sido Morgan, quien tiene una conversación en la escena inicial del episodio con uno de ellos (que le cuenta que esa letra es por los primeros pobladores que pagaban por las cabezas de lobos) y más tarde rescata a Daryl y Aaron que habían caído en una trampa tendida por los 'Lobos' en una fábrica de conservas.
Así pues, la vuelta de Morgan, lo que queda de Alexandria y la amenaza de los 'Lobos' marcarán la sexta temporada de la ficción, o como mínimo, su arranque. Pero antes le llegará el turno a la secuela Fear the walking dead, que la cadena AMC tiene previsto estrenar a finales de verano. La primera entrega sólo contará con seis episodios, con lo que presumiblemente enlazará con el regreso de los nuevos episodios de The walking dead. El spin off está ambientado en Los Ángeles (California) y tiene nuevos personajes y guión independiente al de The Walking Dead, aunque no se descarta que en algún momento las dos series puedan cruzar sus caminos.
La nueva ficción cuenta con el mismo equipo creativo de The walking dead, con Robert Kirkman al frente. En España, la ficción se verá también sólo 24 horas después de su estreno en Estados Unidos, aunque en esta ocasión será en el canal AMC y no en FOX como su serie madre (cuando se estrenó The walking dead, AMC no disponía de un canal de emisión en España). La confianza de la cadena en la nueva serie es tal que ya ha encargado dos temporadas antes de conocer su recibimento entre la audiencia. Hay zombies para rato, y con doblete.